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28 ago 2011
NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS ( 1 DE SEPTIEMBRE )
La imagen de nuestra señora de los Remedios fue colocada en el templo de Cholula en 1594 por la orden de San Francisco, es una imagen que representa a la Purísima Concepción puesto que sus manos se encuentran juntas pero al cambiarle el título por el de los Remedios se le colocó un pequeño niño Jesús debajo de sus manos.
Es de talla antiquísima, de carácter español, fue traída a México por el venerable P. Fr. Martín de Valencia, uno de los doce primeros misioneros franciscanos que arribaron a este continente en 1524.
Es de gran belleza la imagen de la Señora, sobre su cabeza descansa una corona y aureola de oro, su manto está en forma triangular, debajo de la imagen se pueden observar unas nubes que fueron colocadas después, posteriormente se encuentra la peña donde está sentada para su mayor protección, lo que la hace ver aún más alta es el mundo que tiene debajo de su peaña y que está rodeado con una serpiente simbolizando el triunfo de María sobre el demonio.
Su festividad anual es de gran esplendor para toda la región de Cholula, Puebla, se celebra del 1ro. de septiembre y se prolonga hasta el día 15, siendo el día de gran solemnidad el 8 de septiembre, Día de la Natividad de María.
Todos los pueblos vecinos y los mismos habitantes de Cholula traen una concurrida feria, llegan a Cholula más de 350,000 personas durante los quince días.
Uno de los actos principales es la tradicional “bajada de la Virgen” desde su Santuario hasta la cuidad, colocada en un templete y acompañada por una gran multitud de gente.
En 1944 se hizo una celebración especial fue el día 12 de octubre, cuando habiendo celebrado el 450 aniversario de la iniciación de su Santuario la imagen fue bajada desde el Santuario hacia la Iglesia del Convento, la celebración culmino con la Coronación popular de la venerada imagen en la cima de la pirámide.
La Virgen de los Remedios
La aparición de la Virgen de los Remedios.
Cuando inició la guerra de independencia , la Virgen de los Remedios tenía una clara ventaja sobre la Guadalupana: experiencia en combates; su historia era épica. Según cuenta la tradición , Juan Rodríguez de Villafuerte, uno de los hombres de Hernán Cortés, trajo a territorio americano una imagen de la Virgen de los Remedios “para su consuelo” ; era un regalo de su hermano que al entregársela le había dicho que tuviera mucha confianza porque a él le habría librado de los peligros de las batallas en que se había hallado y esperaba que le sucediera lo mismo en el Nuevo Mundo .
Al llegar a la capital del Imperio Azteca , Cortés ordenó a Villafuerte que colocara la imagen de la Virgen de los Remedios en un altar del Templo Mayor , donde solían efectuarse los sacrificios humanos, allí fue expuesta por unas semanas hasta que estallara la guerra y no se supo nada mas de la pequeña imagen labrada de madera.
Durante la derrota de la Noche Triste el 30 de junio de 1520, Cortés tuvo que retirarse precipitadamente de México- Tenochtitlan . La escena según cuentan los cronistas, fue espantosa : mientras intentaban huir por la calzada de Tlacopan (Tacuba) muchos de los españoles habían caído prisioneros y podían divisarse como eran sacrificados por los aztecas . Exhausto y desmoralizado, el conquistador y sus hombres llegaron a un pequeño monte delante del pueblo de Tlacopan y decidieron pernoctar en ese lugar. La virgen se apareció acompañada, según se refiere, por Santiago- Patrón de España- y los abatidos conquistadores encontraron un remanso de paz, confiando en que la madre de Dios los conduciría a la victoria definitiva. Un año después caía México-Tenochtitlan.
Hacia 1540, un indio cacique, de nombre Juan de Águila caminaba por los parajes cercanos al pueblo de Tacuba y vio a la señora en el cielo “que con voz sensible le decía, hijo, búscame en ese pueblo” poco tiempo después , debajo de un maguey, Juan de Águila encontró la vieja estatuilla de madera que había desaparecido desde 1520.
Hacia 1575 ya estaba concluído su templo , en el actual municipio de Naucalpan , al cual se le otorgó la distinción de basilica por el Papa Juan Pablo II.
La gente recurría a la Virgen de los Remedios “en las faltas de lluvias a su tiempo, las epidemias de tabardillos, sarampiones y otras semejantes” . Durante años su imagen recorrió la Calzada México-Tacuba para proteger al pueblo de las terribles epidemias, inundaciones o temblores que de vez en cuando recordaban a los habitantes de la ciudad que la naturaleza no tenía credo religioso . En las vistosas y multitudinarias procesiones, las autoridades eclesiásticas y civiles incluyendo al propio virrey, trasladaban a la Virgen desde su santuario en las afueras de la ciudad para colocarla durante meses en la catedral de la Ciudad de México.
Cuando las calamidades no cedían, ni siquiera con la intercesión de la Virgen de los Remedios, las autoridades recurrían a la imagen guadalupana como último recurso, lo cual no dejaba de causar cierto malestar en el pueblo , pues era un insulto recurrir a la Virgen morena como segunda opción aunque finalmente imperaba la alegría cuando la gente podía observar muy de cerca a la Guadalupana al frente de una procesión.
Alexander von Humboldt percibió la rivalidad entre ambos grupos de fieles:
…………El espíritu de partido, que reina entre los criollos y los gachupines, da un matiz particular a la devoción. La gente común, criollos e indios, ve con sentimiento que, en las épocas de grandes sequedades, el Arzobispo haga traer con preferencia a México la imagen de la Virgen de los Remedios. De ahí aquel proverbio que tan bien caracteriza el odio mutuo de las castas:”hasta el agua nos debe venir de la gachupina”. Si, a pesar de la intercesión de la Virgen de los Remedios, continúa la sequía……el Arzobispo permite a los indios vayan a buscar la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe…………...
La Morena y la Generala
Cuando el cura Hidalgo decidió tomar el estandarte de l Virgen de Guadalupe como bandera de la lucha que emprendía en septiembre de 1810, le dio un sentido religioso a la guerra de independencia. No era imposible imaginar la respuesta popular: el cura fue visto entonces como un hombre ungido por la divinidad para liberar al pueblo oprimido.
Durante los 11 años que duró la guerra, la Guadalupana ocupó un lugar fundamental para la causa insurgente. Al tomar este estandarte , Hidalgo le otorgó a la lucha un carácter sagrado. Cargaba siempre consigo, entre sus ropas, una imagen de la Virgen morena.
En los “Sentimientos de la Nación”, Morelos propuso que la celebración oficial de la “patrona de nuestra libertad” fuera el 12 de diciembre. Los miembros de una sociedad secreta que trabajaba a favor de la independencia desde la Ciudad de México, adoptaron el nombre de los Guadalupes. Los guerrilleros de Pedro Moreno portaban en sus sombreros estampas de la señora del Tepeyac.
La respuesta española fue inmediata. De poder a poder, el virrey Francisco Xavier Venegas mandó traer la imagen de l Virgen de los Remedios para resguardarla de los insurgentes, pero sobretodo, para enarbolarla como bandera de los ejércitos realistas. El virrey se veía a sí mismo como Cortés siglos atrás: ante una situación que parecía irremediable, la Virgen de los Remedios había acompañado al conquistador hasta el triunfo.
Tres siglos después, ¿sucedería lo mismo?
Las medidas del virrey llegaron demasiado lejos . A la Virgen de los Remedios se le dio grado militar y desde entonces se le conoce como “La Generala” . Las monjas del convento de San Jerónimo la vistieron con los blasones y la banda correspondiente, y el niño Jesús—que cargaba en sus brazos--- también fue vestido según la usanza. En procesión, la madre de Dios, recorrió la Ciudad de México, mostrando su bastón de mando en una de sus manos, y podía observarse a su pequeño hijo portando un sable. La Virgen y su hijo, Jesucristo, en pie de guerra.
Una vez finalizados los actos públicos, la Virgen fue colocada en el altar principal de la Ciudad de México. En aquel santo lugar su función era doble: una espiritual , dar consuelo a los fieles, recibir ofrendas, ex votos o limosnas; la otra, muy humana, delatar al insurgente. De todos era sabido que los revolucionarios eran guadalupanos: Aquellas personas que, luego de escuchar misa en la catedral, no hicieran la reverencia correspondiente ante la Virgen de los Remedios, seguramente lo hacían ante la Guadalupana, por tanto eran insurgentes. De ese modo, mucha gente fue falsamente acusada de rebeldía. Las autoridades no repararon que, mas allá de la banalidad de las cosas del mundo terrenal, había gente que de buena fé mostraba su devoción a una u otra virgen sin tomar partido por alguna causa politica.
Al final, triunfó la causa insurgente y la Virgen de Guadalupe. No en términos religiosos, ni porque fuera mayor el la devocion del pueblo por ella; venció porque era un símbolo de unidad; un elemento que conjuntaba a todos aquellos que consideraban pertenecientes al mismo terruño; aquéllos que veían la historia de 1521 como algo común a todos. La Guadalupana era una Virgen innegablemente mexicana. Con la consumación de la independencia, en 1821, llegó la reconciliación de ambas advocaciones a los ojos de los mexicanos: La Morena y la Generala compartían un futuro común en un país que iniciaba su andar en la historia.
Esta imagen es la más antigua del continente americano, hecha en el siglo XVI por un desconocido artesano español, es de madera estofada y mide 27 cm. de alto se le sobreponen vestidos coronas y una luna bajo sus pies. La imagen fue traída de España por el soldado Juan Rodríguez de Villafuerte, quien acompaño a Hernán Cortés en su viaje de conquista. Después de muchos sacrificios, Cortés y su pequeño ejército arribaron la gran Tenochtitlán, ahí fueron cordialmente recibidos por Moctezuma, los indios aztecas se rebelaron contra los españoles y fueron forzados a salir hacia el oeste de la ciudad, por el camino de Tacuba.
Durante ese retiro, abandonaron todo lo necesario para facilitar la salida y por ese motivo la pequeña imagen fue escondida bajo un maguey. Fue encontrada en 1540 por el indio Juan Ce Cuautli, quien la llevó a su casa en san Juan Totoltepec, una villa cercana. La noticia llegó a los españoles, quienes habían venerado esta imagen desde el principio de la conquista, así como también, los nativos, quienes encontraron en ella consuelo en medio de sus dificultades, erigieron primero una ermita en este cerrito llamado Otomcapulco.
Algunos años más tarde, la devoción a Nuestra Señora de los Remedios se fue extendiendo poco a poco por todas partes y las autoridades civiles construyeron en 1575 el santuario donde hoy es venerada la imagen.
El primero de septiembre, fiesta principal de Nuestra Señora de los Remedios, aproximadamente 10,000 personas la visitan mientras que aproximadamente 6,000 personas visitan el Santuario cada domingo para rendir homenaje a la Santísima virgen.
Durante las frecuentes inundaciones que sufría la ciudad de México en el siglo XVII, la imagen fue llevada a la ciudad de México, la procesión era acompañada por el virrey, los consejeros y autoridades civiles y eclesiásticas.
Al erigirse la diócesis de Tlalnepantla en 1964 el santuario quedó en la misma. El 19 de octubre de 1974 el Obispo fray Felipe de Jesús Cueto hace la coronación Pontificia de la Virgen de los Remedios como Reina del clero diocesano y el 23 de octubre de 1991, Manuel Pérez Gil, Primer arzobispo de Tlalnepantla, por decreto de Su Santidad Juan Pablo II, proclama patrona de la arquidiócesis de Tlalnepantla a nuestra señora de las Remedios. El 23 de octubre de 1999 se eleva el santuario a Basílica.
De la importancia de la virgen de los Remedios habla el hecho de que fue nombrada inmediatamente después de la Virgen del Guadalupe por el papa Juan Pablo II en su visita a México en 1999 en el Estadio Azteca.
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Relato muy interesante y con gran pulcritud de escritura, enmarca la grandeza de Nuestra Madre en la advocación de Nuestra Señora de los Remedios.
ResponderEliminarPrimo Sandoval Aguilar