28 ago 2011

NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS ( 1 DE SEPTIEMBRE )


La imagen de nuestra señora de los Remedios fue colocada en el templo de Cholula en 1594 por la orden de San Francisco, es una imagen que representa a la Purísima Concepción puesto que sus manos se encuentran juntas pero al cambiarle el título por el de los Remedios se le colocó un pequeño niño Jesús debajo de sus manos.

Es de talla antiquísima, de carácter español, fue traída a México por el venerable P. Fr. Martín de Valencia, uno de los doce primeros misioneros franciscanos que arribaron a este continente en 1524.

Es de gran belleza la imagen de la Señora, sobre su cabeza descansa una corona y aureola de oro, su manto está en forma triangular, debajo de la imagen se pueden observar unas nubes que fueron colocadas después, posteriormente se encuentra la peña donde está sentada para su mayor protección, lo que la hace ver aún más alta es el mundo que tiene debajo de su peaña y que está rodeado con una serpiente simbolizando el triunfo de María sobre el demonio.





Su festividad anual es de gran esplendor para toda la región de Cholula, Puebla, se celebra del 1ro. de septiembre y se prolonga hasta el día 15, siendo el día de gran solemnidad el 8 de septiembre, Día de la Natividad de María.

Todos los pueblos vecinos y los mismos habitantes de Cholula traen una concurrida feria, llegan a Cholula más de 350,000 personas durante los quince días.

Uno de los actos principales es la tradicional “bajada de la Virgen” desde su Santuario hasta la cuidad, colocada en un templete y acompañada por una gran multitud de gente.

En 1944 se hizo una celebración especial fue el día 12 de octubre, cuando habiendo celebrado el 450 aniversario de la iniciación de su Santuario la imagen fue bajada desde el Santuario hacia la Iglesia del Convento, la celebración culmino con la Coronación popular de la venerada imagen en la cima de la pirámide.

La Virgen de los Remedios
La aparición de la Virgen de los Remedios.

Cuando inició la guerra de independencia , la Virgen de los Remedios tenía una clara ventaja sobre la Guadalupana: experiencia en combates; su historia era épica. Según cuenta la tradición , Juan Rodríguez de Villafuerte, uno de los hombres de Hernán Cortés, trajo a territorio americano una imagen de la Virgen de los Remedios “para su consuelo” ; era un regalo de su hermano que al entregársela le había dicho que tuviera mucha confianza porque a él le habría librado de los peligros de las batallas en que se había hallado y esperaba que le sucediera lo mismo en el Nuevo Mundo .

Al llegar a la capital del Imperio Azteca , Cortés ordenó a Villafuerte que colocara la imagen de la Virgen de los Remedios en un altar del Templo Mayor , donde solían efectuarse los sacrificios humanos, allí fue expuesta por unas semanas hasta que estallara la guerra y no se supo nada mas de la pequeña imagen labrada de madera.

Durante la derrota de la Noche Triste el 30 de junio de 1520, Cortés tuvo que retirarse precipitadamente de México- Tenochtitlan . La escena según cuentan los cronistas, fue espantosa : mientras intentaban huir por la calzada de Tlacopan (Tacuba) muchos de los españoles habían caído prisioneros y podían divisarse como eran sacrificados por los aztecas . Exhausto y desmoralizado, el conquistador y sus hombres llegaron a un pequeño monte delante del pueblo de Tlacopan y decidieron pernoctar en ese lugar. La virgen se apareció acompañada, según se refiere, por Santiago- Patrón de España- y los abatidos conquistadores encontraron un remanso de paz, confiando en que la madre de Dios los conduciría a la victoria definitiva. Un año después caía México-Tenochtitlan.

Hacia 1540, un indio cacique, de nombre Juan de Águila caminaba por los parajes cercanos al pueblo de Tacuba y vio a la señora en el cielo “que con voz sensible le decía, hijo, búscame en ese pueblo” poco tiempo después , debajo de un maguey, Juan de Águila encontró la vieja estatuilla de madera que había desaparecido desde 1520.

Hacia 1575 ya estaba concluído su templo , en el actual municipio de Naucalpan , al cual se le otorgó la distinción de basilica por el Papa Juan Pablo II.

La gente recurría a la Virgen de los Remedios “en las faltas de lluvias a su tiempo, las epidemias de tabardillos, sarampiones y otras semejantes” . Durante años su imagen recorrió la Calzada México-Tacuba para proteger al pueblo de las terribles epidemias, inundaciones o temblores que de vez en cuando recordaban a los habitantes de la ciudad que la naturaleza no tenía credo religioso . En las vistosas y multitudinarias procesiones, las autoridades eclesiásticas y civiles incluyendo al propio virrey, trasladaban a la Virgen desde su santuario en las afueras de la ciudad para colocarla durante meses en la catedral de la Ciudad de México.

Cuando las calamidades no cedían, ni siquiera con la intercesión de la Virgen de los Remedios, las autoridades recurrían a la imagen guadalupana como último recurso, lo cual no dejaba de causar cierto malestar en el pueblo , pues era un insulto recurrir a la Virgen morena como segunda opción aunque finalmente imperaba la alegría cuando la gente podía observar muy de cerca a la Guadalupana al frente de una procesión.
Alexander von Humboldt percibió la rivalidad entre ambos grupos de fieles:

…………El espíritu de partido, que reina entre los criollos y los gachupines, da un matiz particular a la devoción. La gente común, criollos e indios, ve con sentimiento que, en las épocas de grandes sequedades, el Arzobispo haga traer con preferencia a México la imagen de la Virgen de los Remedios. De ahí aquel proverbio que tan bien caracteriza el odio mutuo de las castas:”hasta el agua nos debe venir de la gachupina”. Si, a pesar de la intercesión de la Virgen de los Remedios, continúa la sequía……el Arzobispo permite a los indios vayan a buscar la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe…………...

La Morena y la Generala

Cuando el cura Hidalgo decidió tomar el estandarte de l Virgen de Guadalupe como bandera de la lucha que emprendía en septiembre de 1810, le dio un sentido religioso a la guerra de independencia. No era imposible imaginar la respuesta popular: el cura fue visto entonces como un hombre ungido por la divinidad para liberar al pueblo oprimido.

Durante los 11 años que duró la guerra, la Guadalupana ocupó un lugar fundamental para la causa insurgente. Al tomar este estandarte , Hidalgo le otorgó a la lucha un carácter sagrado. Cargaba siempre consigo, entre sus ropas, una imagen de la Virgen morena.

En los “Sentimientos de la Nación”, Morelos propuso que la celebración oficial de la “patrona de nuestra libertad” fuera el 12 de diciembre. Los miembros de una sociedad secreta que trabajaba a favor de la independencia desde la Ciudad de México, adoptaron el nombre de los Guadalupes. Los guerrilleros de Pedro Moreno portaban en sus sombreros estampas de la señora del Tepeyac.

La respuesta española fue inmediata. De poder a poder, el virrey Francisco Xavier Venegas mandó traer la imagen de l Virgen de los Remedios para resguardarla de los insurgentes, pero sobretodo, para enarbolarla como bandera de los ejércitos realistas. El virrey se veía a sí mismo como Cortés siglos atrás: ante una situación que parecía irremediable, la Virgen de los Remedios había acompañado al conquistador hasta el triunfo.

Tres siglos después, ¿sucedería lo mismo?

Las medidas del virrey llegaron demasiado lejos . A la Virgen de los Remedios se le dio grado militar y desde entonces se le conoce como “La Generala” . Las monjas del convento de San Jerónimo la vistieron con los blasones y la banda correspondiente, y el niño Jesús—que cargaba en sus brazos--- también fue vestido según la usanza. En procesión, la madre de Dios, recorrió la Ciudad de México, mostrando su bastón de mando en una de sus manos, y podía observarse a su pequeño hijo portando un sable. La Virgen y su hijo, Jesucristo, en pie de guerra.

Una vez finalizados los actos públicos, la Virgen fue colocada en el altar principal de la Ciudad de México. En aquel santo lugar su función era doble: una espiritual , dar consuelo a los fieles, recibir ofrendas, ex votos o limosnas; la otra, muy humana, delatar al insurgente. De todos era sabido que los revolucionarios eran guadalupanos: Aquellas personas que, luego de escuchar misa en la catedral, no hicieran la reverencia correspondiente ante la Virgen de los Remedios, seguramente lo hacían ante la Guadalupana, por tanto eran insurgentes. De ese modo, mucha gente fue falsamente acusada de rebeldía. Las autoridades no repararon que, mas allá de la banalidad de las cosas del mundo terrenal, había gente que de buena fé mostraba su devoción a una u otra virgen sin tomar partido por alguna causa politica.

Al final, triunfó la causa insurgente y la Virgen de Guadalupe. No en términos religiosos, ni porque fuera mayor el la devocion del pueblo por ella; venció porque era un símbolo de unidad; un elemento que conjuntaba a todos aquellos que consideraban pertenecientes al mismo terruño; aquéllos que veían la historia de 1521 como algo común a todos. La Guadalupana era una Virgen innegablemente mexicana. Con la consumación de la independencia, en 1821, llegó la reconciliación de ambas advocaciones a los ojos de los mexicanos: La Morena y la Generala compartían un futuro común en un país que iniciaba su andar en la historia.


Esta imagen es la más antigua del continente americano, hecha en el siglo XVI por un desconocido artesano español, es de madera estofada y mide 27 cm. de alto se le sobreponen vestidos coronas y una luna bajo sus pies. La imagen fue traída de España por el soldado Juan Rodríguez de Villafuerte, quien acompaño a Hernán Cortés en su viaje de conquista. Después de muchos sacrificios, Cortés y su pequeño ejército arribaron la gran Tenochtitlán, ahí fueron cordialmente recibidos por Moctezuma, los indios aztecas se rebelaron contra los españoles y fueron forzados a salir hacia el oeste de la ciudad, por el camino de Tacuba.
Durante ese retiro, abandonaron todo lo necesario para facilitar la salida y por ese motivo la pequeña imagen fue escondida bajo un maguey. Fue encontrada en 1540 por el indio Juan Ce Cuautli, quien la llevó a su casa en san Juan Totoltepec, una villa cercana. La noticia llegó a los españoles, quienes habían venerado esta imagen desde el principio de la conquista, así como también, los nativos, quienes encontraron en ella consuelo en medio de sus dificultades, erigieron primero una ermita en este cerrito llamado Otomcapulco.
Algunos años más tarde, la devoción a Nuestra Señora de los Remedios se fue extendiendo poco a poco por todas partes y las autoridades civiles construyeron en 1575 el santuario donde hoy es venerada la imagen.
El primero de septiembre, fiesta principal de Nuestra Señora de los Remedios, aproximadamente 10,000 personas la visitan mientras que aproximadamente 6,000 personas visitan el Santuario cada domingo para rendir homenaje a la Santísima virgen.
Durante las frecuentes inundaciones que sufría la ciudad de México en el siglo XVII, la imagen fue llevada a la ciudad de México, la procesión era acompañada por el virrey, los consejeros y autoridades civiles y eclesiásticas.
Al erigirse la diócesis de Tlalnepantla en 1964 el santuario quedó en la misma. El 19 de octubre de 1974 el Obispo fray Felipe de Jesús Cueto hace la coronación Pontificia de la Virgen de los Remedios como Reina del clero diocesano y el 23 de octubre de 1991, Manuel Pérez Gil, Primer arzobispo de Tlalnepantla, por decreto de Su Santidad Juan Pablo II, proclama patrona de la arquidiócesis de Tlalnepantla a nuestra señora de las Remedios. El 23 de octubre de 1999 se eleva el santuario a Basílica.
De la importancia de la virgen de los Remedios habla el hecho de que fue nombrada inmediatamente después de la Virgen del Guadalupe por el papa Juan Pablo II en su visita a México en 1999 en el Estadio Azteca.

21 ago 2011

NUESTRA SEÑORA MARIA REINA ( 22 DE AGOSTO )


"La Virgen Inmaculada ... asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial fue ensalzada por el Señor como Reina universal,
con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de señores y vencedor del pecado y de la muerte".
(Conc. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, n.59).

Fiesta instituida por Pío XII. Se celebra ahora en la octava de la Asunción para manifestar la conexión entre la realeza de María y su asunción a los cielos.



Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito,
concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos.
Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

¡Salve, Reina caelorum; Reina caeli, laetare!

María es reina de los ángeles y de todos los hombres.

El pueblo cristiano siempre ha reconocido a María Reina por ser madre del Rey de reyes y Señor de Señores. Su poder y sus atributos los recibe del Todopoderoso: Su Hijo, Jesucristo. Es El quien la constituye Reina y Señora de todo lo creado, de los hombres y aún de los ángeles.

Juan Pablo II, el 23 de julio del 1997>>>, habló sobre la Virgen como Reina del universo. Recordó que "a partir del siglo V, casi en el mismo período en que el Concilio de Efeso proclama a la Virgen 'Madre de Dios', se comienza a atribuir a María el título de Reina. El pueblo cristiano, con este ulterior reconocimiento de su dignidad excelsa, quiere situarla por encima de todas las criaturas, exaltando su papel y su importancia en la vida de cada persona y del mundo entero".

El Santo Padre explicó que "el título de Reina no sustituye al de Madre: su realeza sigue siendo un corolario de su peculiar misión materna, y expresa simplemente el poder que le ha sido conferido para llevar a cabo esta misión. (...) Los cristianos miran con confianza a María Reina, y esto aumenta su abandono filial en Aquella que es madre en el orden de la gracia".

"La Asunción favorece la plena comunión de María no sólo con Cristo, sino con cada uno de nosotros. Ella está junto a nosotros porque su estado glorioso le permite seguirnos en nuestro cotidiano itinerario terreno. (...). Ella conoce todo lo que sucede en nuestra existencia y nos sostiene con amor materno en las pruebas de la vida".

RAZON: Las Sagradas Escrituras nos enseñan que los que son de Cristo reinarán con El y la Virgen María es ciertamente de Cristo.

Romanos 5:17
"En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte por un solo hombre ¡con cuánta más razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por uno solo, por Jesucristo!"

II Timoteo 2:12
"si nos mantenemos firmes, también reinaremos con él; si le negamos, también él nos negará"

María Santísima es reina de todo lo creado

Si bien todos reinaremos con Cristo, María Santísima participa de Su reinado de una forma singular y preeminente. Esto significa que Dios le ha otorgado Su poder para reinar sobre todos los hombres y los ángeles, y para vencer a Satanás.

Razones por las que María Santísima es Reina de todos:

1- Por ser la madre de Dios hecho hombre, El Mesías, El Rey universal. (Col 1, 16).

Santa Isabel, movida por el Espíritu Santo, hace reverencia a María, no considerándose digna de la visita de la que es "Madre de mi Señor" (Lc 1:43). Por la realeza de su hijo, María posee una grandeza y excelencia singular entre las criaturas, por lo que Santa Isabel exclamó: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno" (Lc 1:42).

El ángel Gabriel le dijo a María que su Hijo reinaría. Ella es entonces la Reina Madre.

Su reino no es otro que el de Jesús, por el que rezamos "Venga tu Reino". Es el Reino de Jesús y de María. Jesús por naturaleza, María por designio divino.

En 1 Reyes 2,19 vemos que la madre del Rey se sienta a su derecha.

La Virgen María es Reina por su íntima relación con la realeza de Cristo.

De la unión con Cristo Rey deriva, en María Reina, tan esplendorosa sublimidad, que supera la excelencia de todas las cosas creadas; de esta misma unión nace su poder regio, por el que Ella puede dispensar los tesoros del reino del Divino Redentor; en fin, en la misma unión con Cristo tiene origen la eficacia inagotable de su materna intercesión con su Hijo y con el Padre (cfr. Pío XII, Enc. Mystici corporis , 29-VI­1943).

2- Por ser la perfecta discípula que acompañó a Su Hijo desde el principio hasta el final, Cristo le otorga la corona. Cf. Ap. 2,10 En María se cumplen las palabras: " el que se humilla será ensalzado". Ella dijo "He aquí la esclava del Señor".

3- Por ser la corredentora. El papa JPII, en la audiencia del 23-7-97 dijo que "María es Reina no sólo porque es Madre de Dios, sino también porque (...) cooperó en la obra de la redención del género humano. (...). Asunta al cielo, María es asociada al poder de su Hijo y se dedica a la extensión del Reino, participando en la difusión de la gracia divina en el mundo".

Ella participa en la obra de salvación de su Hijo con su SI en el que siempre se mantuvo fiel, siendo capaz de estar al pie de la cruz (Cf. Jn 19:25)

María Santísima, reinando con su hijo, coopera con El para la liberación del hombre del pecado. Todos nosotros, aunque en menor grado, debemos también cooperar en la redención para reinar con Cristo.

4- Por ser el miembro excelentísimo de la Iglesia: por su misión y santidad.
La misión de María Santísima es única pues solo ella es madre del Salvador.

Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar." -Génesis 3:15

Características del reinado de María Santísima:

a) Preeminencia: "su honor y dignidad sobrepasan todo la creación ; los ángeles toman segundo lugar ante tu preeminencia." San Germán.

b) Poder Real: que la autoriza a distribuir los frutos de la redención. La Virgen María no solo ha tenido el más alto nivel de excelencia y perfección después de Cristo, pero también participa del poder de Su Hijo Redentor ejercita sobre las voluntades y mentes.

c) Inagotable eficacia de Intercesión con su Hijo y el Padre: Dios ha instituido a Maria como Reina del cielos y tierra, exaltada sobre todos los coros de ángeles y todos los santos. Estando a la diestra de su Hijo, ella suplica por nosotros con corazón de Madre, y lo que busca, encuentra, lo que pide, recibe".

d) Reinado de Amor y Servicio: Su reinado no es de pompas o de prepotencia como los reinos de la tierra. El reino de María es el de su Hijo, que no es de este mundo, no se manifiesta con las características del mundo. María tiene todo el poder como reina de cielos y tierra y a la vez, la ternura de ser Madre de Dios.

En la tierra ella fue siempre humilde, la sierva del Señor. Se dedicó totalmente a su Hijo y a su obra. Con El y sometida con todo su corazón con toda su voluntad a El, colaboró en el Misterio de la Redención. Ahora en el Cielo, ella continúa manifestando su amor y su servicio para llevarnos a la salvación.

Respuesta a los hermanos separados

Hay quienes rechazan el reinado de María Santísima alegando que ella no puede ser reina ya solo Jesús es rey.

Estos hermanos no comprenden la naturaleza del Reino. El reino de María Santísima no es un reino aparte al de su Hijo. Es el mismo reino. Donde Jesús reina, María Su Madre reina también. Se trata de dos corazones eternamente unidos en el amor divino. Dios ha dispuesto que así fuese. María, lejos de quitarle al reinado de su Hijo, lo propicia. Ella es la mas sumisa, la mas fiel en el reino y por eso también la mas exaltada.

Lucas 1:48 " porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada"

La Fiesta Litúrgica

Pío XII en 1954, instituyó la fiesta Litúrgica del Reinado de María al coronar a la Virgen en Santa María la Mayor, Roma. En esta ocasión el Papa también promulgó el documento principal del Magisterio acerca de la dignidad y realeza de Maria, la Encíclica Ad coeli Reginam (Oct 11, 1954).

JPII: Junio 19, 1983 en Polonia

"Al Reino de el Hijo está plenamente unido el Reino de su Madre.. su Reino y el de ella, no son de este mundo. Pero están enraizados en la historia humana, en la historia de toda la raza humana, por el hecho de que el Hijo de Dios, de la misma sustancia que el Padre, se hizo hombre por el poder del ES en el vientre de María. Y esa reino es definitivamente enraizado en la historia humana a través de la Cruz, al pie de la cual estaba la Madre de Dios como corredentora. Y es en ese evento de la Cruz y Maria al pie de su hijo, que el Reino se funda y permanece. Todas la comunidades humanas experimentan el reino maternal de María, que les trae mas de cerca el reino de Cristo."



NUESTRA SEÑORA MARÍA REINA

NUESTRA SEÑORA MARÍA REINA. Celebración instituida por el pontífice Pío XII (1939-1958), en 1954, otorgándose a la Santísima Virgen María el título de Reina del cielo y la Tierra. Después del Concilio Vaticano II, las reformas al calendario litúrgico han fijado la memoria en esta fecha, de acuerdo al seguimiento de un orden cronológico en los acontecimientos, ocho días posteriores a la gloriosa Asunción de María a los cielos. Esta advocación es mencionada en las Letanías Lauretanas, que son rezadas al término del Santo Rosario. En la carta apostólica El Rosario de la Virgen María (n. 23), el beato Juan Pablo II (1978-2005) apunta: "Al fin, coronada de gloria —como aparece en el último misterio glorioso—, María resplandece como Reina de Ángeles y Santos, anticipación y culmen de la condición escatológica de la Iglesia". Iconografía: entre variadas representaciones la encontramos, sentada en celestial trono, ataviada con vestido blanco, manto azul, coronada y con cetro, la rodean los ángeles.

El pueblo cristiano, movido de un certero instinto sobrenatural, siempre reconoció la regia dignidad de la Madre del "Rey de reyes y Señor de señores". Padre y Doctores, Papas y teólogos se hicieron eco de ese reconocimiento y la misma halla sublime expresión en los esplendores del arte y en la elocuente catequesis de la liturgia.

Al ser Madre de Dios, María vióse adornada por Él con todas las gracias, prescas y títulos más nobles. Fue constituida Reina y Señora de todo lo creado, de los hombres y aún de los ángeles. Es tan Reina poderosa como Madre cariñosa, asociada como se halla en la obra redentora y a la consiguiente mediación y distribución de las gracias.

Quiere la Iglesia que oigamos la voz de María pregonando agradecida a Dios los singulares privilegios de que la colmó. El Evangelio anuncia el Reino de Cristo, de donde fluye también el reinado universal de María.

Esta fiesta litúrgica fue instituida por Pío XII, y se celebra ahora en la octava de la Asunción, para manifestar claramente la conexión que existe entre la realeza de María y su asunción a los cielos. La piedad del medievo fue la que comenzó en Occidente a saludar con el título de Reina a la Santísima Virgen Madre de Dios, invocándola con las palabras: Salve, Reina caelorum; Reina caeli, laetare. Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.


SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Tí llamamos los desterrados hijos de Eva; a Tí suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro múestranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor
Jesuscristo. Amén.


HIMNO
Reina y Madre, Virgen pura,
que sol y cielo pisáis,
a vos sola no alcanzó
la triste herencia de Adán.
¿Cómo en vos, Reina de todos,
si llena de gracia estáis,
pudo caber igual parte
de la culpa original?

De toda mancha estáis libre:
¿y quién pudo imaginar
que vino a faltar la gracia
en donde la gracia está?
Si los hijos de sus padres
Toman el fuero en que están,
¿cómo pudo ser cautiva
quien dio a luz la libertad? Amén.


ORACIÓN

Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos.

Reina dignísima del mundo, María Virgen perpetua, intercede por nuestra paz y salud, tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos.

Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

13 ago 2011

SANTA ELENA DE LA CRUZ ( 18 DE AGOSTO )


Elena significa: "antorcha resplandeciente".

Esta gran santa se ha hecho famosa por haber sido la madre del emperador que les concedió la libertad a los cristianos, después de tres siglos de persecución, y por haber logrado encontrar la Santa Cruz de Cristo en Jerusalén.

Nació ella en el año 270 en Bitinia (hacia el sur de Rusia, junto al Mar Negro). Era hija de un hotelero, y especialmente hermosa.

Y sucedió que llegó por esas tierras un general muy famoso del ejército romano, llamado Constancio Cloro y se enamoró de Elena y se casó con ella. De su matrimonio nació un niño llamado Constantino que se iba a hacer célebre en la historia por ser el que concedió la libertad a los cristianos.

Cuando ya llevaban un buen tiempo de matrimonio sucedió que el emperador de Roma, Maximiliano, ofreció a Constancio Cloro nombrarlo su más cercano colaborador, pero con la condición de que repudiara a su esposa Elena y se casara con la hija de Maximiliano. Constancio, con tal de obtener tan alto puesto repudió a Elena. Y así ella tuvo que estar durante 14 años abandonada y echada a un lado. Pero esto mismo la llevó a practicar una vida de santidad.

Pero al morir Constancio Cloro, fue proclamado emperador por el ejército el hijo de Elena, Constantino, y después de una fulgurante victoria obtenida contra los enemigos en el puente Milvio en Roma (antes de la cual se cuenta que Constantino vio en sueños que Cristo le mostraba una cruz y le decía: "Con este signo vencerás"), el nuevo emperador decretó que la religión católica tendría en adelante plena libertad (año 313) y con este decreto terminaron tres siglos de crueles y sangrientas persecuciones que los emperadores romanos habían hecho contra la Iglesia de Cristo.
Constantino amaba inmensamente a su madre Elena y la nombró Augusta o emperatriz, y mandó hacer monedas con la figura de ella, y le dio plenos poderes para que empleara el dinero del gobierno en las obras buenas que ella quisiera.

Elena, que se había convertido al cristianismo, se fue a Jerusalén, y allá, con los obreros, que su hijo, el emperador, le proporcionó, se dedicó a excavar en el sitio donde había estado el monte Calvario y allá encontró la cruz en la cual habían crucificado a Jesucristo (por eso la pintan con una cruz en la mano).

Dice San Ambrosio que Santa Elena aunque era la madre del emperador, vestía siempre con mucha sencillez y se mezclaba con la gente pobre y aprovechaba de todo el dinero que su hijo le daba para hacer limosnas entre los necesitados. Que era supremamente piadosa y pasaba muchas horas en el templo rezando.

En Tierra Santa hizo construir tres templos: uno en el Calvario, otro en el monte de los Olivos y el tercero en Belén.

Gastó su vida en hacer obras buenas por la religión y los pobres, y ahora reina en el cielo y ruega por nosotros que todavía sufrimos en la tierra.

Martirologio Romano: En Roma, en la vía Labicana, santa Elena, madre del emperador Constantino, que tuvo un interés singular en ayudar a los pobres y acudía a la iglesia piadosamente confundida entre los fieles. Habiendo peregrinado a Jerusalén para descubrir los lugares del Nacimiento de Cristo, de su Pasión y Resurrección, honró el pesebre y la cruz del Señor con basílicas dignas de veneración (c. 329).

En un mesón propiedad de sus padres en Daprasano (Nicomedia) nació pobre en el seno de una familia pagana. Allí pudo, en su juventud, contemplar los efectos de las persecuciones mandadas desde Roma: vió a los cristianos que eran tomados presos y metidos en las cárceles de donde salían para ser atormentados cruelmente, quemados vivos o arrojados a las fieras. Nunca lo entendió; ella conocía a algunos de ellos y alguna de las cristianas muertas fueron de sus amigas ¿qué mal hacían para merecer la muerte? A su entender, sólo podía asegurar que eran personas excelentes.

San Ambrosio, que vivió en época inmediatamente posterior, la describe como una mujer privilegiada en dones naturales y en nobleza de corazón. Y así debía ser cuando se enamoró de ella Constancio, el que lleva el sobrenombre de Cloro por el color pálido de su tez, general valeroso y prefecto del pretorio durante Maximiano. Tenía Elena 23 años al contraer matrimonio. En Naïsus (Dardania) les nació, el 27 de febrero del 274, el hijo que llegaría a ser César de Maximiano como Galerio lo fue de Diocleciano.

Pero no todo fueron alegrías. Elena fue repudiada por motivos políticos en el 292 para poder casarse Constancio con la hijastra de Maximiano y llegar a establecer así el parentesco imprescindible entre los miembros de la tetrarquía. Le costó mucho saberse pospuesta al deseo de poder de su marido, pero esto lo aceptó mejor que el hecho de verse separada de su hijo Constantino que pasó a educarse en el palacio junto a su padre y donde se reveló como un fantástico organizador y estratega.

Muerto Constancio Cloro en el 306, Constantino decide llevarse a su madre a vivir con él a la corte de Tréveris. En esta época aún no hay certeza histórica de que su madre fuera cristiana. Sí, cuando -por testimonio de Eusebio de Cesarea- aparezca sobre el sol el signo de la cruz con motivo de la batalla de Saxa Rubra y la leyenda "con este signo vencerás" que dio el triunfo a Constantino y lo hizo único Emperador de Roma, en el 312.

Aunque el emperador retrasará su bautismo hasta la misma muerte, es complaciente con la condición de cristiana que tiene su madre que daba sonados ejemplos de humildad y caridad. Incluso parece descubrirse la influencia materna tras el Edicto de Milán que prohibía la persecución de los cristianos y los edictos posteriores que terminan vetando el culto a los dioses lares. Agasaja a su madre haciéndola Augusta, acuña monedas con su efigie y le facilita levantar iglesias.

En el 326 Elena está con su hijo en Bizancio, a orillas del Bósforo. Aunque se aproxima ya a los setenta años alienta en su espíritu un deseo altamente repensado y nunca confesado, pero que cada día crece y toma fuerza en su alma; anhela ver, tocar, palpar y venerar el sagrado leño donde Cristo entregó su vida por todos los hombres. Organiza un viaje a los Santos Lugares en cuyo relato se mezclan todos los elementos imaginables pertenecientes al mundo de la fábula por tratarse del desplazamiento de la primera dama del Imperio a los humildes a lejanos lugares donde nació, vivió, sufrió y resucitó el Redentor. Pero aparte de todo lo que de fantástico pueda haber en los relatos, fuentes suficientemente atendibles como Crisóstomo, Ambrosio, Paulino de Nola y Sulpicio Severo refieren que se dedicó a una afanosa búsqueda de la Santa Cruz con resultados negativos entre los cristianos que no saben dar respuesta satisfactoria a sus pesquisas. Sintiéndose frustrada, pasa a indagar entre los judíos hasta encontrar a un tal Judas que le revela el secreto rigurosamente guardado entre una facción de ellos que, para privar a los cristianos de su símbolo, decidieron arrojar a un pozo las tres cruces del Calvario y lo cegaron luego con tierra.

Las excavaciones resultaron con éxito. Aparecieron las tres cruces con gran júbilo de Elena. Sacadas a la luz, sólo resta ahora la grave dificultad de llegar a determinar aquella en la que estuvo clavado Jesús. Relatan que el obispo Demetrio tuvo la idea de organizar una procesión solemne, con toda la veneración que el asunto requería, rezando plegarias y cantando salmodias, para poner sobre las cruces descubiertas el cuerpo de una cristiana moribunda por si Dios quisiera mostrar la Vera Cruz. El milagro se produjo al ser colocada en sus parihuelas sobre la tercera de las cruces la pobre enferma que recuperó milagrosamente la salud.

Tres partes mandó hacer Elena de la Cruz. Una se trasladó a Constantinopla, otra quedó en Jerusalén y la tercera llegó a Roma donde se conserva y venera en la iglesia de la Santa Cruz de Jerusalén.

No han faltado autores que atribuyan a la fábula el hecho de la invención por Elena basándose principalmente en que no hay noticia expresa de tamaño acontecimiento hasta un siglo después. Ciertamente es así, pero lo resuelven otros estudiosos afirmando que la fuente histórica que relata los acontecimientos es el historiador contemporáneo Eusebio de Cesarea al que en su Vita Constantini sólo le interesan los acontecimientos realizados por Constantino, bien porque sigue los cánones de la historia contemporánea, o quizá porque sólo le interesa adular a su anfitrión.

Murió Elena sin que sepamos el sitio ni la fecha. Su hijo Constantino dispuso trasladar sus restos con gran solemnidad a la Ciudad Eterna y parte de ellos se conservan en la iglesia Ara Coeli, dedicada a Santa Elena, la mujer que dejó testimonio tangible y visible en unos maderos del paso salvador por la tierra de Jesús, el Hijo de Dios encarnado.

SANTA ELENA DE LA CRUZ MARAVILLOSA REYNA DE CONSTANTINOPLA TU QUE FUISTE AL MONTE DE LOS OLIVOS POR LOS TRES CLAVOS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, UNO SE LO DISTE AL GRAN CONSTANTINO EMPERADOR PARA QUE GOBERNARA CONSTANTINOPLA, EL OTRO LO TIRASTE AL MAR PARA SALVACION DE LOS NAVEGANTES Y EL QUE TIENES EN TUS MANOS TE PIDO QUE ME LO PRESTES PARA METERSELO EN EL FONDO DEL CORAZON A (SE DICE EL NOMBRE DE LA PERSONA AMADA), QUE NO TENGA PAZ NI TRANQUILIDAD NI PARADO, NI SENTADO, NI ACOSTADO, NI CON MUJER GOZANDO, HASTA QUE SIENTA AMOR Y DESESPERACION POR (SE DICE EL NOMBRE DE LA PERSONA QUE SOLICITA LA PETICION) SI ME CONCEDES ESTE MILAGRO PROMETO SER TU FIEL SEGUIDORA HASTA EL FIN DE MI VIDA.
AMEN.

7 ago 2011

LEGION DE MARIA


La Legión de María es una organización apostólica de laicos en la Iglesia Católica. Cuenta con más de 33 millones de miembros en el mundo. Ha recibido el reconocimiento de numerosos Papas, incluyendo Juan Pablo II.

Comienza en un hogar de Dublín (Irlanda), el 7 de septiembre de 1921 cuando un grupo de adolescentes se reunen con Frank Duff (fundador), oran y se deciden a servir a los enfermos y llevar el evangelio a todo el mundo.

Tal como las legiones romanas del imperio se organizaban y luchaban para conquistar el mundo, los nuevos legionarios buscan conquistar el mundo para Cristo. Pero ahora las armas son espirituales y el amparo es la Reina de los Apóstoles, la Virgen María.

La Legión de María está en Africa desde 1933, en China desde 1936, en Manila desde 1940... Es un gran Movimiento Mariano extendido por todo el mundo y ha demostrado ser escuela de santidad. Edel Quinn: venerable legionaria

La Legión tiene como patrón a San Luis María Grignon de Montfort.

¿QUIÉNES PUEDEN PERTENECER?
TODO CATÓLICO que practique fielmente su religión y desee ser útil a la Iglesia y a la sociedad, y que esté dispuesto a cumplir las normas funcionales de la asociación.

La Legión de María no es privativa de tipos escogidos, sino que representa el auténtico catolicismo. Solo exige ganas de darse a los demás.

¿QUÉ HACE?
Orar y trabajar apostólicamente. Funciona con reuniones semanales de grupo, donde se ora, se revisa la actividad apostólica, y se estudian temas formativos para hacer más eficaz el apostolado.

Los grupos son mixtos de unos 12 miembros dirigidos por 4 seglares y un sacerdote. Existen grupos para adultos a partir de los 18 años. Para menores de edad hay grupos de semilleros (niños de 5 a 10 años), juveniles (de 11 a 14 años) e Intermedios (de 15 a 18 años).

SU SISTEMA
Cada legionario activo debe:

1. Asistir puntual y semanalmente a la junta de su grupo, donde se mezclan íntimamente la revisión del trabajo efectuado, la formación espiritual y humano-apostólica, con la oración en común.

2. Rezar diariamente la Catena, que es el Magníficat de la Virgen, la oración de los pobres y de los humildes.

3. Realizar un trabajo apostólico concreto cada semana, con duración mínima de dos horas, acompañado de otro legionario.

4. Mantener en secreto los asuntos discutidos en la Junta o conocidos en el ejercicio del trabajo legionario.

LOS TRABAJOS deben ser activos y sólidos.

Portarse bien en casa, en el colegio, centro de estudios o trabajo, realizar ejercicios de piedad, etc. no constituye un trabajo legionario; todo esto tiene que hacerse por añadidura, porque, sin ello, todo lo demás sobraría.

Fuera de lo indicado, cualquier otro trabajo puede servir como labor legionaria, pero debe ser señalado por el grupo.

He aquí algunos ejemplos:

Visitas a toda clase de personas para alentarlas en su vida cristiana.

Encuestas entre jóvenes sobre temas de la realidad actual.

Enseñanza religiosa: catequesis, círculos de estudio, retiros bíblicos, asambleas familiares, grupos de rosario...

Visita a enfermos, ancianos, discapacitados, encarcelados, infectados por el SIDA, drogadictos, etc.

La Legión de María tiene prohibido recaudar fondos fuera de ella a favor de nada ni de nadie. Su única fuente de ingresos es la colecta voluntaria y secreta que se hace en cada junta.

FINES
La Legión de María tiene como fin entablar un contacto de verdadera amistad con cada persona individual. Intenta llenar de amor lo que está vacío de él, convencida de que sólo así podrá cambiarse el mundo.

DE LOS SOCIOS...

Socios Activos: pueden ingresar todo católico que practique fielmente su religión, desee ser útil a la Iglesia y sociedad; y que esté dispuesto a cumplir las normas funcionales de la asociación.

Asumen asistir puntual y semanalmente a la junta de su grupo; rezar diariamente la Catena; realizar un trabajo apostólico cada semana, con duración mínima de dos horas, acompañado de otro legionario; y a mantener en secreto los asuntos discutidos en la Junta o conocidos en el ejercicio del trabajo legionario.

Los Socios Auxiliares en cambio prestan un servicio de oración y pueden ingresar sacerdotes, religiosos y seglares que no pueden o no quieren asumir los deberes del socio activo.

El servicio de los auxiliares consiste en rezar diariamente las oraciones contenidas en la Téssera (hojita de oraciones), a saber: la invocación y la oración al Espíritu Santo; cinco decenas del Rosario y las oraciones que siguen después; la Catena y, por último, las oraciones finales.

Los que recen el Rosario diariamente por cualquier intención que sea, pueden hacerse Socios Auxiliares sin obligación de añadir otro Rosario.

¿CÓMO SE ENTRA A LA LEGIÓN?

Basta que se nos invite.

Para que Ud. conozca mejor la Legión, infórmate en alguna Parroquia.

Fuente: Legión de María

BENDICIÓN APOSTÓLICA DEL SANTO PADRE
POR EL 80º ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA LEGIÓN DE MARÍA

En ocasión de la Misa y la Vigilia de Oración el 7 de Septiembre de 2001 en la Iglesia de San Nicolás en Myra, Dublín, para celebrar el Ochenta Aniversario de la fundación de la Legión de María, el Santo Padre envía calurosos saludos a todos los presentes y les asegura sus abundantes oraciones apoyando su apostolado.

El se une a los Legionarios dando gracias por todos los logros alcanzados en diferentes partes del mundo y en varias situaciones sociales, desde que entonces Frank Duff tuvo la inspiración de fundar la asociación en Dublín en 1921.

Al ustedes celebrar este aniversario, Su Santidad les anima a tomar el desafío de llevar la luz del Evangelio a los hombres y mujeres de nuestro tiempo con entusiasmo y confianza renovados con la guía del Espíritu Santo.

Confiando todos los Legionarios del mundo entero en la protección de María, Madre del Redentor, Su Santidad con mucho gusto imparte su bendición Apostólica a todo participante en las celebraciones por el aniversario.

Cardenal Angelo Sodano
Secretario de Estado
La Legión de María fue fundada por Frank Duff en Dublin, Irlanda el 7 de Septiembre de 1921. La misma es una asociación de católicos que, con la aprobación eclesiástica, han formado una Legión para servir a la Iglesia en su perpetua lucha contra el mundo y sus fuerzas nefastas, acaudillados por Aquella que es bella como la Luna, brillante como el Sol, y -para sus enemigos- terrible como un ejército en orden de batalla: MARIA INMACULADA, MEDIANERA DE TODAS LAS GRACIAS.

La Legión tiene como finalidad la gloria de Dios mediante la santificación personal de sus propios miembros por medio de la oración y la colaboración activa -bajo la dirección de la Jerarquía- a la obra de la Iglesia y de María: aplastar la cabeza de la serpiente infernal y ensanchar las fronteras del reinado de Cristo.