25 oct 2010

DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES ( PENULTIMO DOMINGO DE OCTUBRE)


“ Id por todo el mundo a predicad el Evangelio ”

En todos los países del mundo hoy se hace oración por las misiones y por los misioneros que se encargan de llevar la palabra de Dios a los que no lo conocen o a los que lo han olvidado.

¿Por qué se dedica este día a las misiones?

Se tiene un domingo dedicado a las misiones porque todas las personas necesitamos de Dios para poder llegar al cielo. Los misioneros tienen como tarea enseñarnos el Evangelio para poder alcanzar la vida eterna. Su labor es de capital importancia.

Un poco de historia

Los misioneros son personas que van a otros lugares para hablar a los hombres de Jesús, para enseñarles a rezar, para decirles que todos debemos amarnos y ayudarnos los unos a los otros, para anunciarles la buena nueva: que Dios nos ama y quiere que todos los hombres se salven.
En el mundo existen actualmente 983 "territorios de misión" y en ellos trabajan casi 50 mil sacerdotes y 370 mil catequistas, casados o solteros, que trabajan a tiempo completo o parcial.
Todos estos misioneros se han comprometido a anunciar el Evangelio a los 3,500 millones de hombres que todavía no lo conocen y que representan las dos terceras partes de la humanidad.

¿Cuál es su labor?

Atienden leprosarios, hospitales, hogares para huérfanos y ancianos, dispensarios, colegios, universidades. Su labor no es fácil, se les presentan muchas dificultades que tienen que vencer para lograr transmitir la palabra de Dios a los demás.
Necesitan de nuestra ayuda espiritual, humana y material.

Los misioneros son personas que van a otros lugares para hablar a los hombres de Jesús llevándoles el Evangelio.
Existen misioneros por todo el mundo que necesitan de nuestra ayuda espiritual, humana y material.
La labor de un misionero es muy valiosa.

Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la Jornada mundial de las Misiones 2010

Oración

María, ayúdanos a anunciar y dar testimonio de Cristo y del Evangelio en el lugar donde nos encontremos.

Si quieres conocer una obra de apostolado internacional formada por jóvenes y familias que buscan responder al llamado de la Nueva Evangelización visita el sitio de Juventud y Familia Misionera

La Iglesia vive de la contemplación de su Señor, de quien recibe todos los bienes, y de la contemplación de la Madre de su Señor, por cuya constante intercesión es escuchada su voz, voz que es clamor por todos los hombres, de todo lugar y tiempo, voz que es clamor sobre todo por los destinatarios de las bienaventuranzas de su Hijo, que son todos los hambrientos del pan y de la Palabra.

La Iglesia, peregrina de la historia y de todos sus caminos, peregrina en la tierra y en todos sus lugares, peregrina en el mundo y en todos sus ámbitos y rincones, peregrina también en esta hermosa tierra de María que es Argentina, con sus diversas y tan ricas regiones: Litoral, NEA, Cuyo, Platense, Patagonia-Comahue, Centro, Buenos Aires y NOA…. en este bendito suelo argentino; que no vive para sí, sino para su Señor y para la misión a la que su Señor la ha enviado, la de anunciar el Evangelio hasta los últimos confines del universo. Y porque no vive para sí sino para cumplir el designio de Dios, no puede tener otro faro, otro espejo, otra brújula y otra medida que la de María, su Madre y Maestra, su prototipo y figura, su molde y modelo. Y por eso, mira a María, siempre mira a María, porque en esa mirada encontrarás luz y fuerza en el camino, infinito y frondoso, único e inagotable, de la evangelización.

Mira a María, resplandeciente ante la luz del ángel de Dios que le trae la buena nueva de la encarnación del Verbo, y al confiarla el primer secreto de la Evangelización, le pide que sea morada del Espíritu para que de ella nazca el Salvador. Mírala en el misterio insondable de la Anunciación, porque aquella revelación es tu don más preciado, mensaje de esperanza para todos los hombres, y don de salvación. Mírala en el momento culminante de la historia, el acontecimiento más grande, el de la Encarnación. Mírala porque en ella Dios se hizo hombre, y tu vida no tiene ningún valor fuera de este misterio, porque tú vives de él y para él, y reconocerlo y gozarlo es tu primera misión.

Mira a María, y deja que su sí a la aventura divina de la salvación te envuelva y te enamore, hasta que de tal modo te provoque que no haya en tu corazón ni en tus labios otra palabra que este “si”, confianza sin límites, valiente, arriesgada, abandonada, generosa, sin cálculos ni previsiones, vivencia esencial de la fe. Mírala en su mirada, mírala en su respuesta, porque no es otra la vida del cristiano, que la de decir sí, como María, al plan de Dios, a su envío, porque no es otro el camino de la misión, y porque no es otra la vocación del misionero.

Mira a María, pronta al servicio, caminante sin descanso, al encuentro del otro, de cada otro, que es cada uno que como su prima Isabel buscan y esperan el anuncio de la esperanza para sus vidas, sus hijos, sus pueblos, y sus casas. Vete a su encuentro, sin tardar, como María, y canta a voz en grito, como ella, las maravillas de Dios: cómo ha mirado tu pequeñez, cómo ha hecho obras grandes por ti, cómo es infinita su misericordia, cómo enaltece a los humildes y derriba el orgullo de los poderosos, y cómo auxilia a su pueblo de generación en generación. Mírala, mujer entera y decidida, y pídele ser como ella, llenarte de Dios, y ser canto de su amor.

Mira a María, Madre de tu Señor. Mírala al haber dado a luz al Príncipe de la Paz. Mírala atentamente, y aprende de su ternura, de su silencio, de su cuidado, de su postura y de su corazón. Mírala porque de nada serviría recorrer el orbe entero, y proclamar a los cuatro vientos la Buena Nueva del Evangelio, si lo que traes y llevas, tienes y das, son sólo palabras, ideas, mensajes, propuestas, tareas, acciones, y programas. Mírala porque Ella no habla de su hijo, sino que lo trae, nace de ella, sale de si, lo da al contemplarlo y lo contempla al darlo. Mírala porque no es otra la vida de la Iglesia y de su misión, ni la de sus hijos y sus misioneros, que dar a luz a Jesús, porque lo llevan dentro, porque con su mirada lo comunican, porque antes de hablar viven de él, con él y para él. Porque lo contagian con su vida.
Mira a María, meditando todo en su corazón, cuando en la presentación en el templo el anciano Simeón vislumbra su dolor. Mírala fijamente, y acoge en el regazo del silencio y de la comunión el aviso de tu destino, y medítalo en tu corazón. Porque en los momentos difíciles, Iglesia misionera, cristiano y cristiana, misionero y misionera, sólo le tendrás a él, al Señor, tu secreto, tu único tesoro, tu único valor, tu razón de ser, tu todo. Y sólo con él, muy unido a él, soportarás desilusiones y abandonos, fracasos y persecuciones, cansancios y dolores, sólo con él, y sólo por él. Y al final, ¡bien lo sabes!, triunfarás con él.

Mira a María, acompañando -al Misionero del Padre- por las aldeas y los campos de Palestina, Tierra Santa en la que pocos acogieron su Palabra, sólo los suficientes para, como misioneros suyos, llevarla después hasta los confines de la tierra. Mírala atenta discípula de su Señor, al descubrir por boca de Su Hijo que también madres y hermanos suyos serán aquellos que como Ella, escuchen la Palabra y la pongan por obra. Mírala cuando Jesús le habla de ti y de mí, en nuestro deber ser, y descubre cuan alta es la vocación a la que has sido llamado: ser su Palabra, su Palabra no sólo aprendida y meditada, sino su Palabra viva, vivida día a día, única manera de poder ser creíblemente comunicada y anunciada.

Mira a María, acompañando a su amadísimo Hijo en la pasión y en la muerte en Cruz. Mira a María al pie de la Cruz, en el momento culminante de su misión, entregando su vida por todos los hombres: por ti y por mi, y por todos aquellos que tienen derecho a saber que el Hijo de Dios los ha amado hasta el extremo, y que tu y yo tenemos la obligación de decírselo y enseñárselo. Mira a María, primera discípula, madre dolorosa, junto a Juan, su discípulo más amado. Mírala en su serena firmeza y entereza, en la oblación al Padre del mayor dolor que puede conocer criatura humana. Mírala sufriendo por ti y por todos los hombres y uniendo su dolor al dolor redentor de su Hijo. Mírala porque ella es el modelo máximo del amor a Dios y a los hermanos, y tu misión, la de todos los hijos de la Iglesia, no es otra que vivir de este amor y por este amor. Mírala y reconócela en todas aquellas madres que sufren por sus hijos, y en todos los hombres fieles hasta el final en el cumplimiento de la voluntad de Dios, tantas veces incomprensible e insondable.

Mira a María, acompañando a los discípulos en la alegría de la Resurrección, recibiendo el Espíritu Santo en Pentecostés. Mírala abrazando en su ternura de madre a la Iglesia naciente y a cada uno de sus hijos, alentando el inicio de la evangelización, fundiendo en uno a la Iglesia apostólica como una madre acoge bajo su manto a todos sus hijos, para que ésta, la misión, corazón de la Iglesia, sea siempre fruto de la comunión. Mírala porque Ella sigue amando a la Iglesia igual que el primer día, y sigue uniéndola, y sigue alentándola, y sigue siendo, por siempre y para siempre, la estrella de la nueva evangelización.

18 oct 2010

EL SEÑOR DEL RAYO ( 23 DE OCTUBRE)


El Cristo, ahora adorado con el nombre del Señor del Rayo, fue traído de España en el siglo XVI y colocado en el templo de San Juan de Dios, ya que este recinto fungió como Catedral mientras se construía el recinto oficial.

Según la historia, una vez cayó un rayo en un día despejado y sin nubes, esto provocó que el templo de San Juan de Dios cayera en llamas incendiándose completamente, que en esa época tenía un techo sencillo de madera. Sin embargo, a pesar de que ardió todo en el interior del templo, lo único que no se quemó fue el Cristo, que sólo se oscureció. Esto extraño a la mayoría de las personas que no daban crédito a lo que vieron. La fe movió a la gente y desde ese día es venerado.

Posteriormente se traslado a la catedral hasta su capilla donde se le dio el nombre del Señor del Rayo en conmemoración a ese milagroso día, y desde entonces uno a uno se acerca al altar a rendirle culto a la milagrosa figura del Cristo crucificado.

SENOR DEL RAYO
Sed agradecidos Sed siempre agradecidos con Dios


Gracias Senor por todo cuanto me has dado
por los dias de sol y los nublados tristes
por las tardes tranquilas y las noches oscuras


gracias por la salud y la enfermedad
por las penas y las alegrias
por todo lo que me prestaste y luego me lo pediste.

gracias Senor por la sonrisa amable y por la mano amiga
por el amor,por todo lo hermoso y por todo
lo dulce por las flores y la estrellas.


gracias por la existencia de los ninos.de los viejos y de las almas buenas
por la salud,por la compania y por el trabajo
por las inquietudes,por las dificultades
y las lagrimas y por todo lo que me acerco a ti.

gracias por haberme conservado la vida y por haberme dado
techo,abrigo y sustento.


gracias por lo que tu quieras darme.
yo te pido fe...para mirarte en todo.
esperanza...para no desfallecer y
caridad...para amrte cada dia mas y para hacerte amar
de los que me rodean

Concedemepaciencia,humildad,desprendimiento,generosidad
toleranciay mucho amor para con el projimo.

Que tenga el corazon amable,el oido atento a tus
mensajes,las manos habiertas para dar y la
mente activa para pensar bien.que siempre este
dispuesto a hacer tu santa boluntad.

Derrama senor tus bendiciones sobre todos los que amo y concede paz al mundo entero.

Que tu santo nombre sea bendecido para siempre,amen

Gracias SeÑor Gracias



evoción de los 33 días



Oración



Heme aquí postrado humildemente ante ti Señor,

reconociéndome indigno del inmenso amor

que me muestras muerto por mí en la cruz.



Vengo a recordarte por tu misericordia

y por tu corazón traspasado,

todo lo que has sufrido por el bien de mi alma

y por conseguir mi felicidad.



Mas; Señor,

mi alma y todo mi ser padece

tribulación, pena y necesidad;

por ello vengo ante la Cruz,

que es trono de tu misericordia

para pedirte que me remedies esa necesidad.



Te ruego que mires las lágrimas de María

al pié de tu patíbulo y recuerdes

que ella también es mi madre

y que en sus labios pongo mi plegaria.



Por interseción pues, de Maria Santísima

te encomiendo ... (tal alma, tal asunto...)



Te ruego lo mires y después hagas lo que dicte

tu amor que te movió a morir por mi.



Señor, yo creo por Ti.

Señor, yo espero en Ti

Señor, yo deseo amarte con todo el corazón.

Señor, ten compasión de mi.



(Se reza el Credo, un padre Nuestro, Ave María y Gloria,

se reza 33 días consecutivos)

Con licencia Eclesiástica.






Gracias





Señor, por la paz, por la alegría, por la unión

que los hombres, mis hermanos me han brindado,

por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron.



Por esa mano oportuna que me levantó,

por esos labios cuyas palabras y sonrisas me alentaron,

por esos oídos que me escucharon,

por ese corazón de amistad, cariño y amor que me dieron.



Gracias, Señor también

por el éxito que me estimuló,

por la salud que me sostuvo,

por la comodidad y diversión que me descansaron.



Gracias Señor,

me cuesta trabajo decírtelo,

por la enfermedad, por el fracaso, por la desilusión,

por el insulto, por el engaño, por la injusticia,

por la soledad, por el fallecimiento del ser querido.



Tu lo sabes, Señor,

cuan difícil fue aceptarlo,

quizá estuve a punto de la desesperación,
pero ahora me doy cuenta
que todo esto me acercó mas a ti.
¡ Tu sabes lo que hiciste !



Gracias Señor, por la fe

Que en Ti me has dado.



Por esa fe que se tambaleó

pero que tu nunca dejaste de fortalecer,

cuando tantas veces encorvado

bajo el peso del desanimo,

me hizo caminar en el sendero de la verdad,

a pesar de la oscuridad.

15 oct 2010

NUESTRA SEÑORA DE ZAPOPAN (12 DE OCTUBRE)


Guadalajara, la capital de ese Jalisco que nunca pierde, tiene en lo espiritual una patrona que engarza esa perla de la supremacía: Nuestra Señora de la Expectación de Zapopan. Fue nombrada Generala del Ejército Trigarante desde el 15 de septiembre de 1821, ratificada en su nombramiento militar por el general Blancarte en 1852 y por tercera ocasión en 1894 por el Congreso y el entonces gobernador de Jalisco, Luis del Carmen Curiel. En 1541, recién entregada la imagen a los indios por fray Miguel de Bolonia, se pregonaron sus méritos como pacificadora en la guerra del Mixtón. Además destacó a fines del siglo XVII por librar a Guadalajara de una de aquellas epidemias devastadoras. La imagen fue llevada a la Perla Tapatía y como por efecto de moderno antibiótico, la pandemia cesó. Este milagro lo patentó el Excmo Juan Santiago de León Garabito, obispo de esta diócesis.
En 1734 fue declarada patrona de Guadalajara contra tempestades, rayos y epidemias datando de esa fecha la visita anual que la imagen practica del 13 de Junio al 4 de Octubre. Los pontífices también participaran en su honor; en 1919 el Papa le otorga la coronación pontificia como Reina de Jalisco y en 1940 S.S. Pío XII engalana su sede con la categoría de Basílica, agregada a los privilegios de la de San Juan de Letrán en Roma.

La imagen mide 34 cm y es como sus hermanas amponas, de pasta de caña de maíz. Sus manos son de madera y sus facciones toscas. Fray Miguel de Bolonia traía esta imagen colgada al cuello o bien amarrada en los tientos de la silla de montar. Muchas imágenes de estas características debieron su origen a los misioneros franciscanos que las establecieron en los hospitales bajo la advocación de la Concepción o en su mayoría, como ya indicamos, bajo el nombre del pueblo al que las entregaban.

Virgen generala y patrona de Guadalajara

Zapopan quiere decir entre el zapotal (Tzepopan). Esta imagen erradicó el culto que se daba a Teopilzintli. Sus fiestas principales son el 18 de Diciembre, día de la Expectación, el 18 de Enero aniversario de la coronación y las solemnes visitas a todas las parroquias de Guadalajara, del 13 de Junio al 4 de Octubre.

Son muchas, como ya dijimos, sus fiestas pero el apoteosis, quizá inigualado en todo México, es el. regreso de la venerada imagen a su santuario el 5 de Octubre, después de visitar Guadalajara. La ciudad se inclina materialmente a su paso y de la Catedral a la Basílica hay una ininterrumpida valla, de modo que entre los que la ven pasar y los que la acompañan en este largo recorrido suman muchos miles. La procesión es solemne y festiva con la participación de los miembros de la Guardia de Nuestra Señora de Zapopan.

Al igual que en tiempos pasados, las corporaciones religiosas, los fieles de las iglesias visitadas y toda organización., por diverso que sea su fin, se incorporan al evento. La enorme calzada a Zapopan, hecha por el presidente Manuel Avila Camacho para este fin, resulta insuficiente para albergar la devota corriente humana y la gran romería en la que se mezclan al unísono los mariachis con el rítmico sonar de los danzantes.

La basílica abre sus puertas para recibir al pueblo que camina hacia la casa materna, ya su arquitectura parece tener este significado. Sus peculiares y elevadas torres achatadas y los dos brazos generosos de la portalería que se abren a diestra y siniestra del conjunto, parecen representar al ser que acoje en el abrazo filial.

La obra arquitectónica es un digno ejemplo de la modalidad tapatía, construida con esta cantera clara y jaspeada que enseñorea el valle de Atemajac, con una decoración profusa pero superficial, que nos recuerda la poca profundidad del plateresco, pero ahora aplicado al barroco en su mejor poca.

El conjunto exterior es monumental y más ahora que se ha dignificado su entorno con gran sentido espacial, muy a la tapatía. La iglesia logra una buena altura y la proporción entre las torres y la fachada es excelente. La decoración es novedosa y sus formas nos remiten al estilo regional corno lo vemos en Santa Anita, Santa Cruz de las Flores, Cajititlán y Analco.

Esta portada establece un gran contraste con la sobriedad franciscana de los enormes portales del convento y Colegio de Propaganda Fide que acogió a las huestes misioneras que de aquí partieron para Occidente. El interior es contrastante, la nave de cruz latina es pequeña y siendo rica y enjoyada la imagen no traduce esta presencia a la iglesia, que siempre se encuentra abarrotada de fieles tapatíos.

Zapopan o Tzapopantl, significa "lugar entre
zapotes o lugar de zapotes". Fue un pueblo de
muchos indios, perteneciente al cacicazgo de
Atemajac y era feudatario del Reino de Tonalá;
en Tzapopantl se le rendía un fuerte culto al
ídolo llamado Teopilzintli o el dios niño, a quien
le ofrecían "simbólicas ofrendas de conejos y
perdices". En 1530, Nuño de Guzmán
conquistó el Reino de Tonalá y cuando fue a
reconocer todos los lugares de este reino,
Zapopan quedó también conquistado después
de la guerra del Mixtón (en la Barranca de
Oblatos), en la cual tuvo lugar la gran
concentración chimalhuacana en 1541. La
fundación de Tzapopantl se dio el 8 de
diciembre de 1541 por el encomendero
Francisco Bobadilla, con indios de
Jalostotitlán; el 20 de agosto de 1824 fue
elevada a categoría de villa, el 13 de marzo de
1837 a cabecera de población y el 21 de
agosto de 1991 a categoría de ciudad.
Ese 8 de diciembre de 1541, el padre Fray Antonio de Segovia en compañia de
Fray Angel de Valencia, donó a los indios de este pueblo una pequeña imagen
de Nuestra señora de la Concepción; esta imagen había acompañado cerca de
10 años a Segovia en todas sus andanzas por los pueblos de Jalisco,
cargándola algunas veces en la manga de su sayal, otras en un pequeño
tabernáculo de madera o colgada del pecho.
Las crónicas nos cuentan que cuando el virrey Antonio de Mendoza sitió el cerro
del Mixtón y después de una fuerte batalla, subió Fray Antonio de Segovia a las
fortalezas de los indios acompañado de Fray Miguel de Bolonia, llevando sólo el
brevario, un crucifijo y la pequeña imagen de Nuestra Señora de la Concepción
colgada al pecho; les comenzó a decir a los indios que bajasen en paz y estos
conmovidos tanto por las palabras del padre y la imagen de la Virgen. En día y
medio se rindieron más de seis mil indios, que fueron conducidos por los padres
ante el virrey y éste les perdonó la vida, quedando todos en paz. Por esto,
Antonio de Segovia llamaba a su pequeña imagen "La Pacificadora". En 1542
se construyó una pequeña iglesia muy pobre, con muros de adobe, techo de
paja y adornada con flores que ponían los naturales; aquí se colocó la imagen la
cual dicen que empezó a derramar una contínua serie de milagros, en los
cuales eran "abandonados testigos" los indios de este pueblo.
La historia nos cuenta que en 1609 esta capilla se derrumbó y al escuchar el
estruendo, corrieron los indios creyendo encontrar a su imagen hecha pedazos;
quitaron los escombros y para sorpresa de todos, ahí estaba la imagen sin
ningún rasguño.
Poco después, le dio la vista a un ciego de
nacimiento y en un lapso de cien años, realizó
machismos milagros. Los indios ocultaron la
imagen por temor a que se las quitaran, pero el
bachiller Diego de Herrera, que se había
encargando de Zapopan el 14 de junio de 1637,
notó que los naturales estaban muy encariñados
con la imagen "porque era muy milagrosa"; le
contó al obispo Juan Ruiz Colmenero lo que
sucedía en Zapopan; y en 1653 hizo levantar una
información testimonial y por decreto, declaró
"milagrosa" a la imagen de Nuestra señora de la
Concepción de Zapopan y mandó que solamente
se celebrase su fiesta el 18 de diciembre de cada
año. Aquí el título de Nuestra señora de la
Expectación de Zapopan. A finales del siglo XVII,
Guadalajara sufrió una terrible epidemia y el
obispo Juan Santiago León Garabito mandó que
nuestra señora de Zapopan, fuera traída a la
catedral y sucedió otro caso extraño, los médicos
de la ciudad declararon que la epidemia había
cesado.
En 1721, la imagen visitó de nuevo a la ciudad y según cuentan, Manuel de
Mimbela con el sólo roce de las vestiduras de la imagen, volvió a la vida por
cuatro días para disponerse y prepararse a morir; después de lo sucedido con
Mimbela, la Virgen recorrió la ciudad porque había peste. Y así barrio al que
llegaba desaparecía el mal. Al poco tiempo después, un rayo mató al
campanero de la iglesia de San Juan de Dios, subió el religioso Fray Bernardo a
ponerle los santos óleos, pero también perdió la vida al caerle otro rayo. Este
caso movió al clero, a la audiencia y a los vecinos de la ciudad a jurar a Nuestra
señora de Zapopan "Patrona de Guadalajara", contra tempestades, rayos y
epidemias. Juramento que se hizo el 5 de noviembre y se determinó que todos
los años se trajera de su santuario la imagen, del 13 de junio al 4 de octubre
para que visitara las iglesias de los barrios de la ciudad (como se practica hoy).
El 13 de junio de 1821, al tiempo que entraba a la ciudad Nuestra señora de
Zapopan para su visita anual, se proclamaba en San Pedro Tlaquepaque la
Independencia Nacional, uniéndose las fuerzas de Pedro Celestino Negrete con
las de Agustín de Iturbide, sin derramarse una sola gota de sangre y sin
disturbio alguno, se le atribuyó este favor a Nuestra Señora. Entonces el
Ayuntamiento acordó condecorar la imagen con las insignias de Generala de
Armas, el 15 de septiembre de 1821 en la catedral.
El cardenal Rafael Merry del Val, en nombre del Cabildo Vaticano decretó el 17
de junio de 1919, la coronación de la imagen a petición del arzobispo de
Guadalajara Francisco Orozco y Jiménez y al padre Comisario General de la
Orden Franciscana de México. Esta coronación dio lugar en la catedral,
entonces aclamaron a Nuestra Señora de Zapopan, "Reina y Soberana de
Jalisco". La imagen de la Virgen de Zapopan comenzó sus recorridos en 1609
con la escultura original y en 1648, inicia sus visitas a los pueblos del Reino de
la Nueva Galicia, con una réplica a la que se le llamo "Viajera".
La imagen hace su entrada todos los 13 de junio de cada año, para iniciar su
visita a los templos y parroquias de la urbe tapatía, para regresar a su santuario
el 12 de octubre (La Romería). Esta pequeña imagen mide 34 centímetros de
altura y está fabricada de cañas de maíz, yuxtapuestas y pegadas con engrudo,
por lo que se cree fue hecha en Michoacán, donde era muy común este
procedimiento en el tiempo de la conquista. Según nos cuenta el cronista Fray
Francisco Frejes, que cuando la traía el padre Segovia, sólo tenía medio cuerpo
y después se le formó la otra parte que le hacía falta.
La Virgen está de pie, pisando una
tosca media luna; la túnica está
pintada de rojo y el manto azul
obscuro, fileteado de oro; sus manos
son de madera y están juntas ante el
pecho; para poderle adaptar
vestiduras de tela, le desbarataron el
manto sobre el hombro, alrededor de
su cabeza y bajo los brazos. Tiene
los ojos pintados, sus labios un poco
gruesos y cerrados, tiene el honor de
ser la primera imagen que se veneró
en tierras jaliscienses.
Siempre viste riquísimas telas de oro y plata, algunas veces viste de azul y
blanco o de rojo y azul; en el pecho cruzada una banda azul bordada de oro,
debajo de sus manos está un relicario de oro y piedras preciosas, con un niño
Jesús de oro en el centro. Muestra un cetro de oro adornado con perlas,
brillantes y rubíes; un bastón de oro, dos medallones y unas llaves del mismo
metal, también tiene un pequeño veliz de oro, por haber sido declarada "Patrona
de los Agentes Viajeros". Sobre su rizada caballera postiza, está una corona
imperial de oro, adornada con esmeraldas, brillantes, perlas y otras piedras
preciosas; alrededor de su cabeza está una aureola del metal amarillo con
piedras preciosas, con una paloma blanca en actitud de descender
representando al Espíritu Santo.
A sus pies aparece una media luna de oro, esta imagen pisa sobre una prenda
de plata maciza, con un peso de 55 kilos, en forma de pilastra, con adornos de
guirnaldas de flores, escudos y algunos cuadros representando su historia; todo
el conjunto muy bien cincelado, fue un obsequio en el día de su coronación
pontificia. El 18 de enero de 1921 el arzobispo Francisco Orozco y Jiménez,
efectuó la Coronación de Nuestra señora. En 1935 el arzobispo José Garibi
Rivera, la encerró en un vaso de plata en forma de ropaje adornado con
"sobrepuestos" de finas perlas y turquesas, que sólo dejan asomar las manos y
el óvalo del rostro. En 1942 el mismo Garibi Rivera, le colocó en las manos de la
Virgen las "llaves" de la "Perla de Occidente".
De los títulos que se la han dado a la Virgen de Zapopan son: 1654
Taumaturga; 1734 Protectora de rayos, tempestades y epidemias de esta
nobilísima ciudad y sus moradores; 1821 Patrona y Generala de la Arma de la
Nueva Galicia; 1823 Generala y Protectora Universal del Estado Libre y
Soberano de Jalisco; 1946 Patrona de la Provincia Franciscana de los Santos
Francisco y Santiago; 1979 Verdadera Estrella de la Evangelización; 1989
Patrona de la Arquidiócesis de Guadalajara.

Venerada en su Basilica. Pequeña escultura de rostro moreno, manos juntas sobre el pecho, de pie sobre peana y luna de plata. Tuvo el nombre de María de la O y de la Expectación del Parto. Su regio vestuario se compone de capas galanas, cetro y broche de cintura. Cuenta con un segundo atuendo de peregrina, con sombrero y rebozo, con el que recorre su Diócesis durante un año.

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO ( 7 DE OCTUBRE)



Su fiesta fue instituida por el Papa san Pío V el 7 de Octubre, aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la Batalla naval de Lepanto (1571), atribuida a la Madre de Dios, invocada por la oración del rosario. La celebración de este día es una invitación para todos a meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen María, que estuvo asociada de un modo especialísimo a la encarnación, la pasión y la gloria de la resurrección del Hijo de Dios.

Historia del Rosario
Desde el principio de la Iglesia, los cristianos rezan los salmos como lo hacen los judíos.
Mas tarde, en muchos de los monasterios se rezan los 150 salmos cada día. Los laicos devotos no podían rezar tanto pero querían según sus posibilidades imitar a los monjes. Ya en el siglo IX había en Irlanda la costumbre de hacer nudos en un cordel para contar, en vez de los salmos, las Ave Marias. Los misioneros de Irlanda mas tarde propagaron la costumbre en Europa y hubieron varios desarrollos con el tiempo.

Santo Domingo busca las ovejas perdidas

La Madre de Dios, en persona, le enseñó a Sto. Domingo a rezar el rosario en el año 1208 y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.

Domingo de Guzmán era un santo sacerdote español que fue al sur de Francia para convertir a los que se habían apartado de la Iglesia por la herejía albingense. Esta enseña que existen dos dioses, uno del bien y otro del mal. El bueno creó todo lo espiritual. El malo, todo lo material. Como consecuencia, para los albingenses, todo lo material es malo. El cuerpo es material; por tanto, el cuerpo es malo. Jesús tuvo un cuerpo, por consiguiente, Jesús no es Dios.

También negaban los sacramentos y la verdad de que María es la Madre de Dios. Se rehusaban a reconocer al Papa y establecieron sus propias normas y creencias. Durante años los Papas enviaron sacerdotes celosos de la fe, que trataron de convertirlos, pero sin mucho éxito. También habían factores políticos envueltos.

Domingo trabajó por años en medio de estos desventurados. Por medio de su predicación, sus oraciones y sacrificios, logró convertir a unos pocos. Pero, muy a menudo, por temor a ser ridiculizados y a pasar trabajos, los convertidos se daban por vencidos. Domingo dio inicio a una orden religiosa para las mujeres jóvenes convertidas. Su convento se encontraba en Prouille, junto a una capilla dedicada a la Santísima Virgen. Fue en esta capilla en donde Domingo le suplicó a Nuestra Señora que lo ayudara, pues sentía que no estaba logrando casi nada.

La Virgen acude en ayuda de Santo Domingo de Guzmán

La Virgen se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y le enseñó a Domingo a recitarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.

Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Efectivamente, lo predicó, y con gran éxito por que muchos albingenses volvieron a la fe católica.

Lamentablemente la situación entre albingences y cristianos estaba además vinculada con la política, lo cual hizo que la cosa llegase a la guerra. Simón de Montfort, el dirigente del ejército cristiano y a la vez amigo de Domingo, hizo que éste enseñara a las tropas a rezar el rosario. Lo rezaron con gran devoción antes de su batalla más importante en Muret. De Montfort consideró que su victoria había sido un verdadero milagro y el resultado del rosario. Como signo de gratitud, De Montfort construyó la primera capilla a Nuestra Señora del Rosario.

Las promesas de la Virgen a los que recen el rosario

Un creciente número de hombres se unió a la obra apostólica de Domingo y, con la aprobación del Santo Padre, Domingo formó la Orden de Predicadores (mas conocidos como Dominicos). Con gran celo predicaban, enseñaban y los frutos de conversión crecían. A medida que la orden crecía, se extendieron a diferentes países como misioneros para la gloria de Dios y de la Virgen.

El rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos. Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano de la Rupe y le dijo que reviviera dicha devoción. La Virgen le dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio del rosario y reiteró las promesas dadas a Sto. Domingo referentes al rosario.

Promesas de Nuestra Señora, Reina del Rosario, tomadas de los escritos del Beato Alano:

1. Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
2. Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
3. El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.
4. El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas.
5. El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.
6. El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.
7. Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.
8. Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados.
9. Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.
10. Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular.
11. Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
12. Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
13. He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los cofrades y devotos tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los bienaventurados de la corte celestial.
14. Los que rezan Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
15. La devoción al Santo rosario es una señal manifiesta de predestinación de gloria.

La Virgen del Rosario: ¡Vencedora de las batallas!

Europa y con ella toda la cristiandad estaba en grave peligro de extinción. Sabemos, por las promesas de Jesucristo, que eso no puede ocurrir pero, humanamente, no había solución para la amenaza del Islam. Los Musulmanes se proponían hacer desaparecer, a punta de espada, el cristianismo. Ya habían tomado Tierra Santa, Constantinopla, Grecia, Albania, África del Norte y España. En esas extensas regiones el cristianismo era perseguido, y muchos mártires derramaron su sangre, muchas diócesis desaparecieron completamente. Después de 700 años de lucha por la reconquista, España y Portugal pudieron librarse del dominio musulmán. Esa lucha comenzó a los pies de la Virgen de Covadonga y culminó con la conquista de Granada, cuando los reyes católicos, Fernando e Isabel, pudieron definitivamente expulsar a los moros de la península en el 1492. ¡La importancia de esta victoria es incalculable ya que en ese mismo año ocurre el descubrimiento de América y la fe se comienza a propagar en el nuevo continente!

La batalla de Lepanto >>>
En la época del Papa Pío V (1566 - 1572), los musulmanes controlaban el Mar Mediterráneo y preparaban la invasión de la Europa cristiana. Los reyes católicos de Europa estaban divididos y parecían no darse cuenta del peligro inminente. El Papa pidió ayuda pero se le hizo poco caso. El 17 de septiembre de 1569 pidió que se rezase el Santo Rosario. Por fin en 1571 se estableció una liga para la defensa de Europa. El 7 de octubre de 1571se encontraron las flotas cristianas y musulmanas en el Golfo de Corinto, cerca de la ciudad griega de Lepanto. La flota cristiana, compuesta de soldados de los Estados Papales, de Venecia, Génova y España y comandada por Don Juan de Austria, entró en batalla contra un enemigo muy superior en tamaño. Se jugaba el todo por el todo. Antes del ataque, las tropas cristianas rezaron el santo rosario con devoción. La batalla de Lepanto duró hasta altas horas de la tarde pero, al final, los cristianos resultaron victoriosos.

En Roma, el Papa se hallaba recitando el rosario en tanto se había logrado la decisiva y milagrosa victoria para los cristianos. El poder de los turcos en el mar se había disuelto para siempre. El Papa salió de su capilla y, guiado por una inspiración, anunció con mucha calma que la Santísima Virgen había otorgado la victoria. Semanas mas tarde llegó el mensaje de la victoria de parte de Don Juan, quién. desde un principio, le atribuyó el triunfo de su flota a la poderosa intercesión de Nuestra Señora del Rosario. Agradecido con Nuestra Madre, el Papa Pío V instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias y agregó a las Letanía de la Santísima Virgen el título de "Auxilio de los Cristianos". Más adelante, el Papa Gregorio III cambió la fiesta a la Nuestra Señora del Rosario.

Los turcos seguían siendo poderosos en tierra y, en el siglo siguiente, invadieron a Europa desde el Este y, después de tomar enormes territorios, sitiaron a Viena, capital de Austria. Una vez mas, las tropas enemigas eran muy superiores. Si conquistaban la ciudad toda Europa se hacia muy vulnerable. El emperador puso su esperanza en Nuestra Señora del Rosario. Hubo gran lucha y derramamiento de sangre y la ciudad parecía perdida. El alivio llegó el día de la fiesta del Santo Nombre de María, 12 de septiembre, de 1683, cuando el rey de Polonia, conduciendo un ejército de rescate, derrotó a los turcos.

La batalla de Temesvar
El Príncipe Eugenio de Saboya derrotó en Temesvar (en la Rumania moderna) a un ejercito turco dos veces mas grande que el suyo, el 5 de agosto de 1716, que en aquel entonces era la fiesta de Nuestra Señora de las Nieves. El Papa Clemente XI atribuyó esta victoria a la devoción manifestada a Nuestra Señora del Rosario. En acción de gracias, mandó que la fiesta del Santo Rosario fuera celebrada por la Iglesia universal.

Excelencia del Rosario

A lo largo de los siglos los Papas han fomentado la pía devoción del rezo del rosario y le han otorgado indulgencias.

Dijo Nuestro Señor: "Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18:20). El rosario en familia es algo maravilloso. Es un modo práctico de fortalecer la unidad de la vida familiar. Es una oración al alcance de todos. Los Papas, especialmente los más recientes, han hecho gran énfasis sobre la importancia del rosario en familia.

El Papa dominico, San Pío V (1566 - 1572) dio el encargo a su congregación de propagar el santo rosario. Muchos Papas han sido grandes devotos del rosario y lo han propagado con profunda convicción y confianza.

Su Santidad León XIII escribió doce encíclicas referentes al rosario. Insistió en el rezo del rosario en familia, consagró el mes de octubre al rosario e insertó el título de "Reina del Santísimo Rosario" en la Letanía de la Virgen. Por todo esto mereció el título de "El Papa del Rosario"

Todos los Papas del siglo XX han sido muy devotos del Santo Rosario.

Su Santidad Juan Pablo II nos insiste en el rezo del Santo Rosario. Recen en familia, en grupos. Recen en privado. Inviten a todos a rezar. No tengan miedo de compartir la fe. Nada mas importante. El mundo está en crisis. Nuestras fuerzas humanas no son suficientes. La victoria vendrá una vez mas por la Virgen María. Es la victoria de su Hijo, el Señor Rey del Universo: Jesucristo.

Un gran apóstol del rosario en familia es el Padre Patrick Peyton, quién llevó a cabo los primeros planes para que se hiciera una cruzada a nivel mundial del rosario en familia en el Holy Cross College, Washington D.C., en enero de 1942. Hizo esta cruzada en acción de gracias a María Santísima por la restauración de su salud. De una forma maravillosa la cruzada se propagó por todo el mundo con el lema: "La familia que reza unida, permanece unida".

Recomendado por la Virgen en diversas apariciones
A la Virgen María le encanta el rosario. Es la oración de los sencillos y de los grandes. Es tan simple, que está al alcance de todos; se puede rezar en cualquier parte y a cualquier hora. El rosario honra a Dios y a la Santísima Virgen de un modo especial. La Virgen llevaba un rosario en la mano cuando se le apareció a Bernardita en Lourdes. Cuando se les apareció a los tres pastorcitos en Fátima, también tenía un rosario. Fue en Fátima donde ella misma se identificó con el título de "La Señora del Rosario".

¡Oh Madre y clementísima Virgen del Rosario! Vos que plantasteis en la Iglesia, por medio de vuestro privilegiado hijo Domingo, el místico árbol del Santo Rosario, haced que abracemos todos tu santa devoción y gocemos su verdadero espíritu; de suerte que aquellas místicas rosas sean en nuestros labios y corazón, por los pecadores medicina y por los justos aumento de gracia. Amén.

Memoria de la santísima Virgen María del Rosario. En este día se pide la ayuda de la santa Madre de Dios por medio del Rosario o corona mariana, meditando los misterios de Cristo bajo la guía de aquélla que estuvo especialmente unida a la encarnación, pasión y resurrección del Hijo de Dios.